"En Londres hay gente que sabe apreciar las músicas del mundo"

Camilo Menjura es colombiano ya hace casi diez años que llegó a Londres desde el Bogotá en que había vivido desde su infancia. Dice que aprender inglés a fondo fue una buena excusa para decidirse a dar el salto a Londres, pero que en realidad toda su vida había estado soñando con hacer música en una ciudad que, sobre todo en ese terreno, se vislumbra un poco como el centro del mundo.A la hora de pensar en ejemplos inspiradores, menciona de inmediato a Silvio Rodríguez y Pablo Milanés, pasados por clásicos del pop argentino como Charlie García o Soda  Stereo, pero también recuerda los discos de La Sonora Matancera que escuchaba su tío o el folklore sudamericano que escuchaban sus padres.  
“Yo soy licenciado en Matemáticas y era el director de departamento en un colegio de Bogotá –cuenta - . Y también estudiaba guitarra clásica. Pero aunque siempre disfruté enseñando, la tentación de venir a buscarme un camino en la música en Londres era muy fuerte”.
Trabajó en lo que estuviese a mano, como hacemos casi todos, pero tuvo la suerte de conocer al muy poco tiempo de llegar a un músico con trayectoria que lo invitó a tocar a veces con él, y así se empezó a introducir en el ambiente musical  londinense más rápido incluso de lo que había imaginado. “Estas cosas funcionan como una red, alguien te escucha, le gusta, le pasas tu teléfono, luego te llaman para una fiesta, y así hasta que consigues atreverte a vivir sólo de la música – dice -, pero con esa suerte y todo tardé varios años en lograrlo”. Aprender el inglés y practicarlo constantemente le ayudó mucho, pero no sólo por las oportunidades laborales, sino también porque le permitió conectarse con otro tipo de músicos que excedían el marco de los músicos de habla hispana. “Trabajando en un café por ejemplo –recuerda – conocí a un músico que finalmente me llamó para tocar guitarras en la música de varias series de televisión, luego para una película escocesa. No son cosas que ocurren todos los días, pero es así como vas entrando en el ambiente. Luego participé con un grupo que tocábamos música sudamericana, empecé a dar clases particulares”. Actualmente vive de actividades relacionadas con la música: es arreglista de un grupo coral, trabaja con dos grupos de canto comunitario y dirige su propio coro, trabaja como músico de estudio, y tiene sus propios alumnos de guitarra y de canto coral.
Todo lo que tiene que ver con la palabra –y la canción tiene que ver, y mucho – encuentra para los hispanoparlantes la barrera del idioma. Pero también en eso Camilo supo maniobrar la nave. “Entre el público inglés existe un sector importante de gente que es apasionada por lo que llaman ‘músicas del mundo’, es decir toda esa música que se sale de lo estándar que puedes escuchar en la radio o en los conciertos habituales. Hay más gente de lo que uno cree  con esos criterios. Pero incluso fuera de ese círculo donde si tienes calidad enseguida tienes aceptación, también el que ama la música es capaz de sentir la energía, la pasión que hay detrás de un músico aunque no entienda específicamente los contenidos del mensaje”.
A la hora de pensar en ejemplos inspiradores, menciona de inmediato a Silvio Rodríguez y Pablo Milanés, pasados por clásicos del pop argentino como Charlie García o Soda  Stereo, pero también recuerda los discos de La Sonora Matancera que escuchaba su tío o el folklore sudamericano que escuchaban sus padres. Actualmente está muy dedicado a estudiar la música del tucumano Juan Quintero, al que considera uno de los músicos más grandes de la actualidad.  Asegura que últimamente ha sentido la necesidad de empezar a sacar fuera  su propia creación, que está en la línea de los cantautores latinoamericanos. Hace algunas semanas, tuvo el privilegio de cantar sus propias canciones como telonero del concierto de Marta Gómez, una artista colombiana radicada en España que ha alcanzado un lugar preponderante en el panorama musical europeo.  El año pasado ganó un premio que le permitió empezar a grabar sus temas en estudio, y se plantea tener lo antes posible suficiente material para un primer álbum. “Encontré por suerte gente interesada en apoyarme en temas de producción, así que ahora tengo que ponerme a trabajar, pero estoy muy satisfecho de sentirme en un momento de crecimiento”, concluye. Lo alentamos, por supuesto, e invitamos a nuestros lectores a que lo conozcan. Seguro que va a dar mucho más que hablar.

Comments

Popular posts from this blog

Pesadillas de un hombre urbano

Guibert & Guibert: dos generaciones de arte

Homenaje al guitarrista Antonio Lauro