Expresando ideas a través de imágenes

En las habitualmente llamadas “artes visuales”, se ha complicado mucho definirr el género en el que trabaja un artista. Tradicionalmente, eras pintor o escultor, y desde el paso del siglo XIX al XX fotógrafo o cineasta. Pero  hoy en día, son tantos e ilimitados los soportes en que trabajan los artistas de la imagen (video, collages, instalaciones, performances, ciberarte, arte cinético, y tantos inacabables etcéteras) que cada vez resulta más difícil encuadrar a un artista en una categoría, con más razón cuando muchos prefieren utilizar más de una de esas posibilidades. “Artista multidisciplinario” resulta, desde luego, una muletilla muy útil, pero en realidad no quiere decir nada. “Yo hago videos – se ubica con sencillez a sí mismo José María Martinelli, joven creador argentino oriundo de la provincia de Salta, que realizó la mayor parte de su formación en la Escuela de Cine de la Plata (Argentina) y reside desde hace siete años en Londres – Tanto en una línea experimental y ficcional, como en la línea documental”.
El experimento visual, no obstante, ocupa más de la mitad de su producción hasta el momento. “Trabajo sobre todo motivado por mi estado interior. Depende de lo que me esté pasando, elijo un tipo de obra. En el caso de “Monstruo-Joy”, el video que presenté este año (y que se proyectó en el tercer Cabaret Literario de El Ojo de la Cultura Hispanoamericana), consideré que la ficción era el mejor vehículo, pero lo hice de una manera que juega mucho con el experimento visual. Creo que allí se ve mucha influencia del surrealismo”.
En cambio, la obra en la que está trabajando en estos días tiene un carácter más cercano al formato documental. “Estoy trabajando en una crítica a la concepción tradicional de la masculinidad, y sentí que eso requería un documental más formal, aunque reconozco que me cuesta este formato, prefiero lo experimental”, dice. “Pero lo cierto es que lo experimental como forma está también determinado por los recursos materiales con que cuento – admite -. Si contara con una gran superproducción a lo mejor haría directamente cine de ficción; pero como tengo que enfrentarme a la producción solo con mi cámara y mi edición personal, hago lo que me sale, y eso tal vez fue formando mi estilo y mi forma de expresarme”.
Martinelli dejó su ciudad natal para estudiar cine en La Plata, la capital de la provincia de Buenos Aires, aunque su etapa netamente creativa se inicia alrededor del año 2003, tras regresar a Salta, y a partir de entonces lleva un promedio de dos exhibiciones anuales hasta hoy. En esos años conoció a Rachel, una becaria escocesa que visitó Salta en vacaciones y decidió quedarse a vivir con él. Finalmente, optaron por venir a Londres hace alrededor de siete años; aunque han planeado regresar antes de que termine esta década. “Por motivos existenciales”, aclara sin mayores detalles.
“En Buenos Aires o en Salta era un artista más público, pero aquí no tengo mucha relación con el ambiente de videocreación de Londres – asegura -, así que a mis exhibiciones suelen venir los amigos. Pero sigo en relación con la Argentina, en este mes por ejemplo estoy invitado a exhibir en el Museo de Arte Contemporáneo de Salta”. Su obra, nos adelanta, será la proyección durante un mes sobre una pared de la palabra “huelga”. “Es una forma de responder a la situación de los trabajadores latinoamericanos, es un llamado a la rebelión frente a esa realidad”, explica.

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