Meridian Fall, una banda multinacional

Londres es, seguramente, la ciudad más multicultural del mundo. Si alguien tiene dudas acerca de ello, bastaría con comprobar la composición del grupo musical del que vamos a ocuparnos hoy.  Meridian Fall, una banda ubicada en el campo de lo que suele denominarse “indy”, con claras reminiscencias del primer Cold Play, de Radiohead (y, por qué no, un toque de Pink Floyd, sobre todo en el sonido de su primera guitarra), está conformada por cinco integrantes, cada uno de ellos proveniente de una nacionalidad diferente. Empezando por el líder y cantante, Dani  Zattara, español nacido en Buenos Aires; el guitarrista Denis Efimenko, griego nacido en Ucrania; el bajista Héctor Fontaine, chileno;  el israelí Nitzan Ravhon, responsable de la percusión; y el único “nativo”, el londinense Tom Savage en el teclado. Los dos hispanoamericanos de la banda, Dani y Héctor, hablaron con “El Ojo de la Cultura” sobre sus trayectorias, aspiraciones y realidades.
Héctor Fontaine hizo la mayor parte de sus estudios musicales en Boston, y después de un breve retorno a su país de origen, Chile, donde participó de una banda profesional que le permitió conocer los entresijos de la industria musical, optó por arriesgarse a seguir su carrera en la meca de todo músico: Londres.  “Yo empecé con la música que les gustaba a mis padres, todo el rock de los 70, Led Zeppelin, Deep Purple, Pink Floyd, después Queen – cuenta -  Y luego me fui actualizando, conociendo el grunge, Oasis, hasta el sinnúmero de grupos que me gustan ahora”. Dani Zattara, quien creció en Málaga desde los dos años de edad, ya conformó su primer grupo – una banda de “punk” español – a los catorce años, y luego se afirmó como cantante y compositor en “Asimetric”, con quienes ganó un importante concurso andaluz cuyo premio monetario le permitió emigrar a Londres a los 24 años. Ya aquí, formó “Third Floor”, que tuvo un año de actuaciones  ininterrumpidas hasta que Denis, uno de los integrantes, tuvo que regresar a Grecia para cumplir el servicio militar. Mientras Efimenko hacía la milicia, se juntó con Fontaine y el pianista inglés Tom Savage, con  quienes grabó una maqueta en acústico; hasta que con el regreso de Denis y la incorporación de la batería de Rovhan,  “Meridian Fall” conformó su perfil definitivo. “En mi caso fue al revés que Héctor – dice – Intentaba tocar como los grupos que me gustaban en los 2000, Limp Bitzkit, Linkin Park, el hardcore. Recién sobre los 20 descubrí a Pink Floyd en un disco que estaba en el coche de mi padre, y fui cambiando algunos conceptos. Mi grupo favorito es sin duda Radiohead”.
¿Por qué el inglés para expresar su música?, es la pregunta que inmediatamente viene a la mente. “Siempre me salió naturalmente componer y cantar en inglés, seguramente por influencia de lo que escuchaba”, dice Héctor. Y Dani agrega que “cuando uno empieza, trata de imitar lo que le gusta y después ya te sientes cómodo en eso”. “En el rock – admite el chileno – resulta más fácil de encajar el inglés, que tiene palabras más cortas que el castellano”. “La verdad es que el inglés es como un comodín – asegura Dani -. Aunque a veces me planteo que escribir rock en español sería un desafío interesante, al final estamos en Londres, así que también es la lengua en la que nos movemos”.
La base de “Meridian Fall” son las composiciones de Dani, pero a medida que se van conociendo cada uno va incorporando sus propias ideas musicales. En estos días, precisamente, han comenzado a ensayar canciones de Héctor, quien además hace segundas voces en los conciertos.  “Escuchar la música que cada uno hizo antes es bueno para identificar las afinidades musicales – asegura Héctor -  pero luego viene un proceso de conocimiento mutuo en el trabajo común, tanto a nivel artístico como humano, que es lo único que puede consolidar un proyecto duradero”.
Pero si Londres es la “capital musical del mundo”, estar aquí tiene la desventaja de que hay cientos de grupos y músicos de indudable calidad, todos compitiendo por un mercado rígidamente manejado por las grandes discográficas.  Dani hizo la experiencia de cantar en la calle al tiempo que actuaba con Third Floor, y admite que se “engañó inocentemente” demasiadas veces con productores fantasmas que le prometían todo y finalmente nunca hacían nada. “Como hay tanta competencia, y de calidad, muchos se aprovechan de la necesidad de los grupos de mostrarse y terminas tocando en sitios donde al final tienes que venderle tickets a tus amigos y es difícil salir de ese círculo vicioso”, reflexiona.  Para Héctor, “el éxito es una combinación de factores, pero lo importante es estar siempre ahí, perseverando; y no hay más remedio que además de crear música le dediques  tiempo también a la promoción”. El boca a boca, y sobre todo las redes sociales, son casi la única posibilidad de romper con el monopolio del mercado. La tarea no es fácil, desde luego, pero la calidad de la banda permite albergar fundamentados sueños.
(Entrevista completa en ZTR Radio)
Long Hope: https://www.youtube.com/watch?v=dKVEm7xZDtI

Comments

Popular posts from this blog

Pesadillas de un hombre urbano

Homenaje al guitarrista Antonio Lauro

Guibert & Guibert: dos generaciones de arte